Diane Orchard nació en Regina Saskatchewan, Canadá. En su tierra estudió una licenciatura y una maestría en ciencias primero, luego estudió una licenciatura más, pero esta vez en arte. Se casó en su país, tuvo dos hijas y consiguió un trabajo que la complacía, pero un buen día, su espíritu inquieto y una serie de circunstancias en su vida, la trajeron a Nuevo México.
Diane vive en Placitas, NM, desde hace ya algunos años. Entre sus intereses ella cuenta la música, la literatura en inglés y español, la naturaleza y por supuesto, el arte plástico. En la tranquilidad del pueblo se dedica a hacer grabados, a pintar, a esculpir y a escribir poesía ¡en español!
Desde que Diane llegó a Estados Unidos, y sobre todo a Nuevo México, se ha dedicado con mucha disciplina y entrega al estudio del español. La cercanía intelectual y emocional con la lengua ha desembocado en poemas de indudable calidad rítmica y temática, donde, desde luego, se nota su amor por las bellas artes en general y su conocimiento de ellas.
“Lo que me apasiona es hacer mi poesía enlazada con mi obra de arte”.
Conozcan a Diane Orchard a través de su escritura:
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Mientras preparo la cena
el cuchillo en mi mano
me recuerda
el sufrimiento
simbolizado
en esta cicatriz.
Amistad
Cada día
a las diez de la mañana
y a las tres
de la tarde
caminamos.
En la mañana
mi perrono tiene mucho ánimo
me ve como diciendo
más tarde
gracias.
Pero en la tarde
después de dormir está feliz
de recibirme.
Acaricio su pelaje
rasco sus orejasy él lame mi mano.
Entonces
caminamosjuntos.
El horizonte
El horizonte existe
para siempre
sobre las llanuras
de Saskatchewan.
Un cielo profundo
abraza el paisaje dorado
del trigo.
En este espacio
atemporal
uno se siente
impotente.
Todo en orden
Quién
sabe
qué
secretos hayen el universo
Algunos se comparten
otros se guardan
Los míos
están
en cajas pequeñas
puestas
sobre repisas
de donde
a veces caen
pero los recojo
y los vuelvo
a poner
en su lugar
para que
todo siga
en orden.
La musa
Pinté los girasoles de Van Gogh
y de repente, de entre ellos nació este
poema
poema
Como un girasol
ella abre
sus pétalos
y ofrece
su luz brillante
Dentro de
su espíritu crece
una
fuente vigorosa
Sus
raíces se agarran firmes
a la
tierra
Su tallo
resiste los vientos
de la
vida
Pero aún
se dobla
con las
tormentas fuertes
Monique
Cuando
bajé las escaleras
primeroantes de la ceremonia
me recordé a mí misma
años atrás
bajando con ella
agarrando su manita.
Sólo tenía cinco años
pero ya era
muy independiente
y quería correr
al mundo sola.
brincaba los escalones
sosteniendo un
libro en la mano
y con sus lentecitos
casi cayéndosele
de la nariz.
Ayer
descendió las escaleras
sin mi mano
ayudándola
estaba hecha una
joyadescendió las escaleras
sin mi mano
ayudándola
dentro de su vestido blanco.
Él la
esperaba abajo
Otro paso
más
en la
escalerade la vida.
Una cobija roja
En el patio del hotel
después del almuerzo
hice una pausa al mediodía.
El sol se
ocultaba
detrás de
los edificios y proyectaba sombras
oscuras.
Me sentía
como
si estuvieraadentro
de un lugar irreal
como en las pinturas
de Giorgio de Chirico.
Las flores
como sangre
trepaban las paredes
Las hierbas se movían
casi como serpientes
Con la brisa
el follaje
brillaba verde
esmeralda.
Una banda tocaba
y la trompeta entonaba
Para un loro muerto
La cadencia de las notas
se extendía
por el aire
como si fuera
una señal.
De pronto
los pájaros amantes
de los loros
comenzaron a desvanecerse
desde el cielo
flotando
como hojas en otoño
y formaron
una cobija roja
sobre el piso
del patio.
Lo que queda
La tempestad
bombardea
la casa grande
El viento
huele
a polvo
de decepción
La llamada de la luz
deja un rastro
de ruido y trastorno
El eco del trueno
provoca
más desorden.
Al fin
sólo queda
un aire
de discordia
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