Museo Del Prado
En España:
El agua de horchata no es agua hecha con arroz sino con chufa (un tubérculo).
El menú no es la carta en un restaurante, es un paquete que incluye dos platos, pan, postre y bebida.
El bocadillo no es un aperitivo, es como un sandwich (lonche mexicano) con pan tipo baguette.
El trastero no es un mueble de una cocina, es una bodega para guardar cosas.
Aclarar significa enjuagar
Un autovía es como una autopista...
Si quieres comprar cualquier tipo de medicina, desde una simple alka seltzer, hay que comprarla en una farmacia.
En un restaurante puede haber diferencia en los precios según comas afuera o adentro del local; en algunos sitios sale más barato comer en la barra que en una mesa y en otros es más económico comer de pie que sentado.
Sus playas todas admiten que la mujer se bañe sin la parte superior del bikini, las playas nudistas son aparte.
No hay qué confiarse del internet y creer que todo lo relacionado con tus viajes lo podrás resolver mediante una computadora... Las páginas de Renfe y Alsa no son confiables.
Es mejor organizar tus viajes internos por medio de una agencia de viajes.
Las consignas son una solución algo problemática para guardar equipaje, cuando vas a pagar necesitas monedas, no billetes; sí hay una máquina para cambiar billetes a monedas, pero los billetes deben ser viejos...
Un gran número de revistas incluye regalos: esmaltes, libros, lentes, sandalias, cremas, labiales, etc., etc., etc.
La Gran Vía
La Cibeles
El Retiro
La Puerta de Alcalá...mírala, mírala, mírala, mírala, la Puerta de Alcalá...
La Plaza Mayor donde una anciana contaba que un candidato político le había preguntado: "Y usted, ¿vota por la derecha o por la izquierda?" y que ella le había contestado: "Pues como no conozco la izquierda..." y entonces mostraba la falta de su brazo izquierdo.
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Estas fotos me las tomó Ruth Mena, una amiga peruana que conocí en el museo Reina Sofía.
Las dos habíamos ido solitas solas a ver la exposición de Salvador Dalí y tras pedirle yo una foto pasamos el día completo juntas: nos fuimos a comer, luego al parque El Retiro, después a caminar hasta la Plaza Mayor... Me encantó conocerla y pasar un excelente día madrileño a su lado.
Ruth
Mi último día en Madrid decidí ir a El Escorial... Hace muchos años, con Lucía Mendoza, escribimos un poema a Felipe II, entonces jugábamos a crear un movimiento literario que se llamaría "Fetidismo" y crearía obras sobre muerte de personas y situaciones asquerosas, fétidas... Nuestro movimiento quedó en ese poema y por pura nostalgia quise ir a ver dónde había muerto aquel rey de nuestro poema.
Cuando salí rumbo a El escorial sólo llevaba diez euros y mi tarjeta de crédito. Cuando llegué y fui a comer resultó que en el lugar no aceptaban crédito, entonces pagué con el efectivo y me quedé con la posibilidad de la tarjeta para entrar al monasterio.
Al ir rumbo a mi destino, alguien me dijo que no quedaba lejos, pero era pura subida, que mejor me fuera en bus. Revisé mis finanzas y apenas tenía para la ida. La preocupación era que alguien me había dicho también que no aceptaban tarjeta para entrar a El Escorial y aunque no sabía cómo iba a hacerle, esperé el bus.
Cuando llegué arriba y comencé a caminar, pensé "Dios, sería demasiado que me pusieras un billetito tirado en la calle ¿no?"... En la entrada a El Escorial pregunté si aceptaban tarjeta y me dijeron que sí, lo cual me hizo sentir muy aliviada, pero todo habría de ponerse mejor. Al acercarme a la ventanilla pregunté si había descuento para profesores y me dijeron que para maestros era GRATIS...
Dicen que Dios no cumple caprichos, pero yo digo que él, como amoroso padre, sí los cumple de vez en cuando...
