Carmen Julia Holguín Chaparro
En su corazón, en el centro
de su carne palpitante y generosa,
dormita la pesadilla de su origen.
El pecado se le enrosca en su piel
de inocencia profanada
y pervierte sin querer
la mano ávida que la toma.
La culpa reside en la esencia de su semilla
varada en la garganta de los hombres,
en el sexo abierto de la mujeres;
en la cabeza expuesta de los cuerpos
que habitan la ciudad acorralada
y huyen por las calles esquivando las flechas.
Ha olvidado si hubo un antes del árbol,
del jardín del Edén, de la voz de Dios
maldiciendo su virtud
y la de toda su descendencia.
Ahora da lo mismo ser arrancada
de la rama que la soporta
o caer sobre el cráneo
que inventa leyes para fingir
que ordena el caos del mundo.
Ser cicatriz escarlata en la frente,
sombra del mal o augurio funesto
es el precio de la luz
que cada jugosa mordida
ofrece al tentado.
Lo importante no es ganar sino competir (¡Bah!). Quedé en 5to lugar (y había más de cinco, que conste). El poema ganador es muy bueno (yo voté por él) y habrá que esperar la publicación del libro para que lo lean y disfruten la propuesta.
1 comment:
Pues muy bien. Oye, según creo recordar decían los que dicen sobre relatos bíblicos que nunca se habló de una manzana, sino de un 'fruto'... ¿?! En todo caso, pa' los efectos qué más da. jaja
Abrazos!
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