GABRIEL SEGOVIA
Español 307
5 de abril de 2012
La jornada
El gallo canta
y el sol se levantael aire es frío
y el nuevo día es mío.
Me levantocon ánimo
y me bañocon mi jabón de chichipince
que ocupo desde los quince.
Luego me visto
y casi estoy listopara ir a trabajar
en la finca de los Escobar.
Pero no dejo mi casa
sin primero tomarme mi tazadel delicioso café
que con mis manos cultivé.
Ni sin fumarme mi
cigarrillo
en la terraza a la que da al
pasilloque viene del cuarto del bebé Tomás
quién duerme en envidiable paz.
Me despido de mi mujer
quién me da algo para
comer,luego camino una hora
con la luz de la aurora.
En el camino me encuentro
a Juan, a José y a Pedro,y juntos vamos a trabajar
pero antes de comenzar
decimos una oración
y luego cantamos una canción.
Así, la jornada comenzamos,
primero recogemos los
granosy los metemos en sacos
que todos cargamos.
A lo lejos vemos cabalgar
al patrón Don Escobar.
La mañana camina muy lenta
pero se nos pasa sin darnos
cuenta,a las doce tomamos un descanso
y vemos un pavo real manso
que se nos acerca sin temor
pero lo hacemos huir con pavor.
Luego nos sentamos debajo
del huerto
que plantó mi abuelo
Robertocomemos frijoles y tortillas
y para el postre tenemos quesadillas.
Después volvemos a comenzar
y ahora los granos vamos a
secartambién la tierra tenemos que arar
para que más café podamos sembrar.
En la tarde, a las siete
el cielo se oscurecees entonces que la larga jornada
damos ya por terminada.
Cuando regreso a mi choza
la cena ya sirvió mi esposaasí que juntos oramos
y luego felices cenamos.
Antes de irme a la cama
le canto a Tomás una nanalo chineo y le digo:
“Buenas noches mi niño
ojalá que soñés lindo
con los angelitos y conmigo”.
No comments:
Post a Comment